Argentina

Argentina ¿¿¿…Un país pobre…???

Por Dr. Fernando Manrique

Luego de analizar detenidamente un pormenorizado estudio relativo a determinar el proceso de generación de valor agregado, detallando cómo se fabrica un celular, elaborado por Xavier Sala i Martín, rápidamente advertimos que este aparatito pesa 135 gramos, Apple, Samsung, Huawei, Motorola, LG, Iphone (o la marca que sea) y que para construirlo se necesitan: 30 gramos de litio, 27 gramos de plástico, 20 gramos de vidrio, 16 gramos de cobre, 15 de cromo y, en menor cantidad, también aluminio, platino y hasta 2 gramos de oro. Nuestra querida Argentina es proveedora de todos y cada uno de estos insumos, pero a la hora del reparto de las ganancias, se queda con la menor parte de ese negocio.

Si analizamos los Estados Contables de Apple o Samsung, advertiremos que todo el costo de esa materia prima necesaria para su fabricación es de escasos u$s 3,00 (SI: Tres dólares…!!!). Ese guarismo resulta sencillamente de multiplicar la cantidad utilizada de cada una de las materias primas por su valor de mercado. Hasta acá el primer componente del costo (Materias Primas) no olvidemos que faltan otros dos componentes Mano de Obra y Gastos Generales.

Vamos por partes: si al costo de Materias Primas le sumamos los salarios para el ensamblaje, empaque, distribución, publicidad, además de las pertinentes acciones, estará en el orden de u$s 100 más. La sumatoria total de ambas cifras nos muestra, que el costo de fabricación total es de u$s 103 por celular. Si consultamos las ofertas de los distintos comercio del rubro vemos que el valor promedio es de un u$s 700. ¿Qué representa a los US$ 597 restantes…? muy sencillo: Conocimiento, investigación y desarrollo.

Nuestros hijos o nietos no son unos genios por como manejan el celular o el iPad, el verdadero genio es el ingeniero de Apple que logra que sea tan fácil de utilizar para su hijo, nieto o abuelo. Y luego de este planteo, ¿Usted todavía imagina que la Argentina es un país rico?

Basta de preconceptos, piense que solo significamos u$s 3,00 en esa escala de valor aportando las materias primas. Los empleados (por lo general del Sudeste Asiático, sin muchas protecciones sociales) otros u$s 5,00. Pero los que aportan el conocimiento se reparten los otros u$s 692,00.

¿Por qué? Porque si yo junto el litio más el plástico, más el cobre, el vidrio y el oro, no voy a poder mandar un WhatsApp, ni pasar esta nota a un amigo, ni usted podrá

compartirla en Twitter o en otra red. Simplemente por eso vale más el conocimiento. La propiedad de la tierra en sí misma, no nos convierte en ricos. Rico es quien encuentra el método de producir algo rentable en ese lugar, algo que la gente necesite. La tierra, la producción de petróleo, la minería son limitadas, toda vez que se trata de recursos naturales no renovables, por el contrario: Las ideas y el conocimiento NO.

Para demostrarlo en valores de mercado, si hubiese invertido hace diez años US$ 10.000 divididos en Netflix, Facebook, Google, Nintendo y Amazon, hoy tendría cerca de unos US$ 600.000. Es más, si doce años atrás, cuando nacía bursátilmente Mercado Libre, invertía US$ 10.000 en sus acciones, hoy tendría US$ 150.000. Pero si ese día optaba por YPF (eso que todavía no tenía Vaca Muerta),

hoy tendría US$ 5.000. Los futuros países ricos piensan en lo que no existe hoy y qué será necesario en 10 años. Los eternos países pobres pensamos que el resto del mundo conspira contra nosotros.

Por ello es fundamental definir de una buena vez políticas de estado que todos juntos vamos contra el problema y que la izquierda, la derecha, el centro, las iglesias, las industrias, los comercios, los agricultores, las universidades de una buena vez se pongan de acuerdo y empecemos a

tirar para el mismo lado. Basta de echarle la culpa al que se fue, porque él que vino culpa a ella y ella volvió culpa a él, entonces no hay santos ni carmelitas descalzas, el país necesita PLANIFICACIÓN y una clase política que haga lo que tiene que hacer fomentando la cultura del trabajo y que avance en la civilización del conocimiento sin olvidar que este país -de la mano de la viveza criolla bien entendida- le dio al mundo cinco Premios

Nobel y además hombres de la talla de Fangio, los mejores jugadores de futbol, una reina y hasta un Papa.

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