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Créditos y tarjeta de crédito: cómo aprovechar la baja de tasas de interés

Comenzó la carrera de bancos por volver a prestarle a los clientes. Largaron las empresas y la tasa empezó a bajar para personales. ¿Y los hipotecarios?

penas pasado el domingo electoral, el Gobierno empezó a trabajar sobre el mercado de los pesos. La baja de las tasas de interés, que se habían disparado en medio de la incertidumbre por el resultado, fue un objetivo prioritario, central, para evitar un colapso de la actividad económica.

Las primeras líneas en reaccionar a esa política del Gobierno fueron las de corto plazo de las empresas.

El Gobierno apuesta por una baja de tasas de interés

Un préstamo de entre uno a siete días para cubrir el descubierto en cuenta —que llegó a saltar al 190% nominal anual en la previa al 26 de octubre— cayó al 41,1%, según la última estadística del BCRA.

Este ordenamiento, sin dudas, le quita una presión extrema a miles de empresas —sobre todo pymes— que necesitan ese instrumento para el trabajo del día a día.

La baja de la tasa de interés se está dando de manera rápida. Por delante, y para que la tendencia se afiance, queda un requisito por cumplir: que la inflación disminuya.

El ritmo mensual del 2%, de continuar, le va a poner un piso difícil de quebrar. No está claro que esta perfomance pueda mejorar en los próximos meses, aunque en gran parte dependerá de la estrategia de acumulación de reservas que arme el Gobierno y, en relación con este objetivo, el valor del dólar.

Créditos para empresas y plazo fijo, los primeros en modificarse

El derrumbe de los costos financieros para las empresas fue el primero, pero no el único, tras el domingo de elecciones y el reencuadramiento del sistema financiero.

La estabilidad del dólar y el cambio de expectativas en el mercado jugaron a favor de que la tendencia a la baja de las tasas de interés se extienda a otros rubros. Al menos de manera incipiente, pero necesaria para que la actividad económica vuelva a expandirse.

Por una lógica del negocio bancario, las primeras tasas de interés que bajaron fueron las pasivas. Plazos fijos que hasta hace dos o tres semanas mostraban rendimientos de entre 40% al 42% interanual, ahora descendieron hasta 29% al 32%.

Es decir: un fuerte descenso de diez puntos en promedio.

La cuestión es que ahora esos rendimientos se encuentran muy cerca de la proyección inflacionaria para los próximos 12 meses, lo que la pone sin una gran diferencia positiva en términos reales.

En un contexto de expectativas positivas y estabilidad cambiaria, eso no aparece hoy por hoy como un problema.

Qué pasa con los créditos para el consumo

Distintos bancos líderes encararon desde la semana pasada una estrategia agresiva para volver a colocar créditos personales. Empezaron por los clientes más confiables. Ya sea porque tienen cuentas sueldos o bien porque manejan buena cantidad de dinero en sus cuentas.

En estas líneas todavía no hay una sensible baja, pero en los bancos aseguran que habrá una fuerte competencia en las próximas semanas y meses.

Lo cierto es que un préstamo de entre 12 y 60 meses que hasta hace un par de semanas costaba una TNA del 90% a 95%, ahora ya se consiguen por 81% a 85% anual. En el caso del CFT (costo financiero total), todavía se trata de números muy elevados, arriba del 150-160% anual.

Por eso, en las entidades financieras aseguran que en esos segmentos habrá una fuerte competencia en el corto plazo.

Para tener una idea: un par de bancos líderes que salieron a fin de la semana pasada con créditos al 86% de TNA (CFT 167%), por cada $10.000 de crédito había que pagar una cuota de $888 en 60 meses.

Tarjeta de crédito: el impacto en el costo financiero total

El financiamiento con los plásticos sigue en niveles prohibitivos. Los últimos resúmenes —emitidos antes del 26 de octubre— tienen un costo financiero total del 205% anual (en promedio).

Desde los bancos aseguran que las tasas ahí también van a bajar más temprano que tarde. ¿A qué nivel?

Es interesante observar dónde se encontraban esos costos hace apenas dos a tres meses: 114% a 117% anual.

Y a inicios de este año rondaba el 105%-110% anual dependiendo del banco.

Conclusión: los costos para refinanciar las tarjetas deberían achicarse de forma sensible en las próximas semanas, aunque esas tasas seguirían siendo muy elevadas en relación con la inflación esperada para los próximos meses.

Beneficios extra y créditos hipotecarios

La carrera por el retorno al mercado crediticio se reinició con todo. Algunos bancos ya hicieron acuerdos con terminales automotrices para lanzar líneas a tasa 0 para la adquisición de vehículos.

La letra chica de esos créditos tan atractivos debe leerse con detenimiento: en ocasiones figura que el beneficio solo tendrá un cupo de pocos vehículos, y siempre restringido a las cuentas sueldo. Algo lógico, si se tiene en cuenta que la apuesta de los bancos es ganar clientes a los que puedan ofrecerles paquetes comercialmente atractivos para las instituciones.

Vale lo mismo para las líneas hipotecarias: distintas entidades financieras relanzaron las líneas para la vivienda. Esos créditos se indexan por UVA y tienen una tasa fija asociada, que va desde el 6% al 10%.

Para tener en cuenta: hace casi dos años, en la primera aparición de estos créditos, el adicional de tasa fija era del 4,5% a 5%. Es decir: habría que esperar un poco antes de pasar por el banco a cerrar trato.

Aunque, cierto eso, los interesados ya podría abrir las carpetas para ganar tiempo.

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