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¿Dólar o plazo fijo? En qué conviene invertir tras la flexibilización del cepo cambiario

La flexibilización del cepo cambiario y el sistema de bandas reabrieron el dilema sobre dónde colocar el dinero. Cuáles son los factores que tienen que mirar los inversores antes de tomar una decisión.

La salida parcial del cepo cambiario reconfiguró el escenario financiero y reabrió un interrogante clásico de la idiosincrasia argentina: ¿conviene comprar dólar o apostar al peso? La eterna disyuntiva emerge una vez más con la implementación de un sistema de bandas cambiarias y un tipo de cambio oficial que flota entre $1.000 y $1.400 y que obliga a los inversores a analizar a fondo todas las variables antes de tomar una decisión.

Históricamente, la estabilidad de la moneda estadounidense derivó en el carry trade, un mecanismo mediante el cual el tenedor de divisas las vende en el mercado, ya sea oficial o financiero, para luego invertir los pesos en un instrumento con un rendimiento estimado mayor al del movimiento del dólar.

Dólar, pesos y carry trade

«En Argentina, el carry trade muchas veces se hace de forma inversa por la situación cambiaria: inversores traen dólares al país, los cambian por pesos al tipo de cambio oficial o al MEP, los cambian por instrumentos en pesos que pagan tasas altas como LECAP, bonos, plazos fijos, cuentas remuneradas o fondos comunes de inversión money market. Después, si pueden volver a dolarizarse a buen precio, se llevan una ganancia en dólares«, explicó el titular de la consultora Focus Market, Damián Di Pace.

En la actualidad, el plazo fijo arroja un rendimiento mensual que oscila entre 2,80% y 2,3% en los 10 bancos con mayor volumen de depósitos. Esta es la alternativa más elegida por los inversores conservadores, a pesar de que suele perder contra la inflación.

Para saber si conviene frente al dólar, es necesario analizar la evolución del tipo de cambio y proyectar cómo se moverá en los próximos meses. Hasta hace pocas semanas, regía el crawling peg -devaluación administrada- al 1% mensual. Por ende, era más sencillo delinear un esquema inversor, ya se tenía previsibilidad sobre a cuánto treparía el billete verde.

«Como la flotación ahora es libre entre bandas, ya no hay asegurada una devaluación fija del peso frente al dólar del 1% mensual. Por lo tanto, la cotización puede ir hacia arriba o hacia abajo de las bandas cambiarias en cualquier momento», remarcó Di Pace.

A modo ilustrativo, tras la flexibilización del cepo cambiario, el dólar oficial trepó 7,2% en la primera semana, borrando así todas las ganancias que podrían haber obtenido los ahorristas que apostaron a rendimientos en pesos de hasta 3,5% mensual.

Qué puede pasar con el dólar

Un informe de la consultora Economía & Energía destacó que la sostenibilidad del tipo de cambio «depende de una tasa de interés en pesos lo suficientemente atractiva para sostener el carry trade» ya que «el volumen de los recursos aportados por el FMI brinda certidumbre en términos de la evolución del tipo de cambio nominal a lo largo de los próximos meses, permitiendo potenciar el ingreso de capitales aprovechando el diferencial de tasas, al menos, en el corto plazo».

«Sin embargo, a medida que se acerque el período electoral la potencial devaluación del tipo de cambio seguramente conducirá a una nueva dolarización de carteras y, con ello, a una tendencia a la depreciación del tipo de cambio real. Por otro lado, la aceleración que probablemente experimentará el ritmo de variación de los precios y el aumento de la tasa de interés en pesos podría generar una disminución en la tasa de crecimiento del nivel de actividad», agregó.

En simultáneo, el ministro de Economía, Luis Caputo, ultima detalles de una serie de medidas que tienen como objetivo fomentar el uso de dólares en los intercambios económicos cotidianos. De esta manera, el Gobierno busca achicar el margen de volatilidad cambiaria de cara a las elecciones legislativas: un aumento de la oferta de divisas tiraría para abajo el tipo de cambio.

«El inversor con deseos de generar rendimientos en moneda dura cuenta con alternativas conservadoras. La posición en pesos a tasa fija es una apuesta direccional a una apreciación cambiaria. Esta estrategia audaz rendiría rápidamente más de un 20% directo en dólares si el tipo de cambio convergiera al piso de la banda. Sin embargo, otras opciones con cobertura y algo de sacrificio de retorno, permitirían reducir o hasta eliminar el riesgo cambiario», ponderaron desde GMA Capital.

A su turno, la economista de Cohen Aliados Financieros, Milagros Gismondi, planteó que «si el tipo de cambio se mantiene bajo por mucho tiempo, el propio carry trade se vuelve menos atractivo, ya que reduce la expectativa de ganancia cambiaria futura«.

Siguiendo esa línea argumental, Gismondi expresó que en caso de buscar el piso de la banda, el efecto de ancla nominal se refuerza: se modera la inflación de bienes transables y el Banco Central de la República Argentina (BCRA) puede sostener tasas reales positivas para alimentar el carry.

«Sin embargo, ese esquema requiere de flujos financieros continuos y puede generar tensiones en la actividad. En el centro de la banda, se alcanzaría un punto de mayor equilibrio: cierta competitividad cambiaria con inflación aún contenida. En cambio, en un escenario de ‘techo’, con el tipo de cambio presionado al alza, reaparecen los riesgos de aceleración inflacionaria y se incumpliría la meta de acumulación de reservas«, concluyó la analista económica.

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