Ciencia y Economia

El desafío del desarrollo económico ( 1° Parte )

Por Dr. Roberto Reverendo – Comisión Economía del Consejo Cs. Econ. San Juan

Querido lector, juntos trataremos de visualizar el desafío del Desarrollo Económico del siglo 21. Para ello partiremos de su concepto teórico para llegar a importantes conclusiones prácticas. Tradicionalmente el concepto de “Desarrollo” fue mayormente utilizado en el ámbito económico, este concepto es la acción o efecto de progresar, de crecer, de agrandar, de evolucionar y tecnificar la economía, ya sea con políticas micro y/o macroeconómicas dentro de modelos teóricos endógenos y exógenos de progreso y crecimiento económico.

Por contraposición, “Subdesarrollo” en economía se habla de inferioridad de niveles de vida, de una situación de un país o de una región que aún no alcanza determinados niveles tecnológicos, económicos, sociales, educacionales y culturales.

En el “Informe Brundtland” elaborado en 1987 por varias naciones para la ONU, informe anteriormente llamado “Nuestro Futuro Común”, es donde se utilizó por primera vez el término en inglés, Sustainable Development, este vocablo es traducido en España como Desarrollo Sostenible y en la mayor parte de Latinoamérica es traducido como Desarrollo Sustentable. El Desarrollo sostenible o sustentable fue definido en la ONU como aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. 

En el Desarrollo sustentable confluyen tres disciplinas que muestran un enfoque más amplio y dependiendo de la disciplina de que se hable, se concebirán diferentes énfasis de sustentabilidad. En una, se encuentra la sustentabilidad económica y hablaremos de una serie de prácticas económicamente rentables y éticamente justas, sostenibles en el tiempo. En otra disciplina, la de sustentabilidad ambiental, nos encontraremos con sistemas biológicos que pueden conservar la diversidad y su productividad, a lo largo del tiempo, con una administración eficiente y racional de los recursos naturales.

Y por último, la sustentabilidad social significará tomar una actitud socialmente responsable y dejarle a la siguiente generación un mundo estable, vivible y equitativo.  Necesitamos trabajar las tres dimensiones en el completo equilibrio. Todo esto nos lleva a la pregunta: ¿Por qué hay que desarrollarse sustentablemente? El ser humano es parte de un sistema complejo, es parte de un todo, es un componente más que está relacionado, por ello es necesario resolver las necesidades que tenemos en la actualidad, con la responsabilidad de mejorar las posibilidades de satisfacer las necesidades de las futuras generaciones.

El ser humano tiene que ser el centro del proceso y por lo tanto tenemos que validar sus verdaderas necesidades.  O como diría Pablo VI, en “Populorum Progressio”: “Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de hombres, hasta la humanidad entera”. Hoy en día la población es de 7,000 millones de habitantes y para el 2050 se espera que sean más de 9,000 millones. La protección de estas vidas y de las futuras, es parte de nuestras obligaciones. EL triple desafío del Desarrollo: por un lado, el desafío de remediar la situación de pobreza en que vive una gran mayoría de la población del planeta, por otro, los retos planteados por los problemas medioambientales generados por el crecimiento económico y, por último, los conflictos sociales que acarrea la falta de homogeneidad en el desarrollo económico nos llevan a decir que la lógica del mercado, es imprescindible, pero no es suficiente.

Entonces, se nos presenta un gran reto a los individuos, a las empresas, a la economía y a la política: darle prioridad a la persona como eje y centro de los problemas y soluciones del Desarrollo Sustentable. Es por ello que, sin respetar su dignidad, sin mejorar las equidades, sin facilitar la prosperidad de los pueblos con el acceso de todos los individuos al conocimiento, a la tecnología y al trabajo, sin garantizar las oportunidades a los pequeños para desarrollarse competitivamente y escalarse de forma tal, de que se pueda alcanzar a los que ya se desarrollaron, difícilmente podamos estar en la senda de una ética sustentable.

En una palabra, al hablar de Desarrollo sustentable estaremos refiriéndonos a la humanización del individuo, del mercado, de la sociedad, de la política y del medio ambiente, con el fin de mejorar la calidad de vida humana presente y de las generaciones venideras.

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