Google se vio beneficiada con el fallo del juicio antimonopolio en su contra y no deberá vender su navegador Chrome
Por disposición del juez federal Amit Mehta, el gigante tecnológico podrá conservar uno de sus productos estrella. Sin embargo, deberá cumplir una serie de restricciones que distan de las medidas que reclamaban los demandantes

Un magistrado de la Justicia federal de Estados Unidos dictaminó que Google no tendrá que vender su navegador Chrome como medida de penalización y reparación por el histórico caso antimonopolio que su empresa matriz, Alphabet, disputa con el Gobierno estadounidense. No obstante, el juez Amit Mehta sí le prohibió a la compañía suscribir contratos exclusivos de búsquedas en internet, según el fallo que se conoció este martes y al que accedió Reuters.
Aunque la Justicia ya había determinado que la empresa afianzó un monopolio en el mercado de búsquedas web, la tecnológica logró eludir una de las peticiones del Departamento de Justicia y del grupo de Estados que presentaron la demanda, por lo que no deberá desprenderse del navegador más utilizado del mundo. Tampoco tendrá que renunciar a su propiedad de Android, el sistema operativo utilizado por más de 2.500 millones de personas.
En su fallo, el juez Mehta le prohíbe a Google establecer contratos exclusivos para sus productos Google Search, Chrome, Google Assistant y su aplicación de inteligencia artificial (IA) Gemini.
“Los demandantes se excedieron al solicitar la desinversión forzosa de estos activos clave, que Google no utilizó para imponer restricciones ilegales”, señaló Mehta en su fallo. El juez sí estableció que la compañía deberá compartir los datos de búsqueda para facilitar la competencia con aquellas empresas que cumplan criterios específicos.
Para fundamentar la decisión, apuntó que el panorama legal cambió en medio del proceso judicial a partir de la introducción de la IA general para la generación de resultados en búsquedas online.
Con respecto a los pagos a terceros por la colocación de su navegador como predeterminado, Google también se vio beneficiada. “Cortar los pagos de Google casi con toda seguridad impondrá daños sustanciales –en algunos casos, paralizantes– a los socios de distribución, a los mercados relacionados y a los consumidores, lo que desaconseja una prohibición amplia de los pagos”, sostuvo Mehta, que solo definió restricciones parciales.
El Departamento de Justicia había solicitado medidas mucho más drásticas: la venta forzosa de Chrome, el fin de todos los contratos de distribución y un acceso mucho más amplios a los datos del buscador.
El caso comenzó en 2020, a partir de una demanda colectiva contra Google por abusar de su posición dominante en las búsquedas online. Tres años después, su modelo de negocio estuvo bajo la lupa durante un juicio de 10 semanas: entre las pruebas se destacaron los 26.300 millones de dólares que la compañía pagó en 2021 para que su navegador fuera el predeterminado en navegadores y dispositivos móviles.
Mientras Google prepara su apelación, deberá adaptarse a las restricciones ordenadas por el juez bajo la supervisión del tribunal, que con este fallo sentó un precedente que podría servir como modelo en los juicios que enfrentan otros gigantes tecnológicos como Meta, Amazon y Apple.