Inversores globales preocupados por escalada de guerra comercial y repunte inflacionario
En el panorama económico actual, los grandes inversores internacionales manifiestan una creciente inquietud ante la posibilidad de una intensificación en las tensiones comerciales a nivel global.

Las recientes políticas arancelarias implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han generado un clima de incertidumbre que podría derivar en una guerra comercial de gran envergadura, con implicaciones significativas para la economía mundial.
Según una encuesta realizada por Bank of America, el 37% de los gestores de fondos considera que una eventual guerra comercial provocada por los aranceles anunciados por Trump representa el mayor riesgo para la economía global. Esta preocupación se ve agravada por el temor a que dichas políticas arancelarias impulsen un repunte de la inflación en Estados Unidos, lo que podría obligar a la Reserva Federal (Fed) a reconsiderar su política de tipos de interés, posiblemente optando por incrementos para contrarrestar las presiones inflacionarias.
Las medidas arancelarias propuestas incluyen un impuesto del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, y del 10% a las de China, con la posibilidad de extender aranceles a las importaciones de la Unión Europea. Estas acciones han sorprendido a analistas y mercados financieros, generando volatilidad en las bolsas y fortaleciendo al dólar frente a otras monedas. Sectores como la agroindustria y la automoción, que dependen en gran medida del comercio internacional, se encuentran especialmente vulnerables ante estas políticas.
Benjamin Melman, de Edmond de Rothschild AM, señala que «la imposición de aranceles a las importaciones mermaría claramente el crecimiento económico de Estados Unidos». El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un impacto negativo de entre el 0,4% y el 0,6% en el crecimiento económico si los aranceles aumentan un 10%. Además, la posibilidad de represalias por parte de países afectados, como China, podría exacerbar las tensiones y generar una espiral inflacionaria a nivel global.
A pesar de estas preocupaciones, algunos inversores mantienen una perspectiva optimista, confiando en que los aranceles sean temporales y sirvan como herramienta de negociación para alcanzar acuerdos comerciales más favorables. Sin embargo, la persistente incertidumbre y la falta de claridad en las políticas comerciales aumentan el riesgo de una desaceleración económica y una mayor volatilidad en los mercados financieros.
En Europa, el 50% de los inversores espera que las políticas de Trump tengan un impacto neto positivo en el crecimiento global y en los precios, mientras que el 17% prevé un crecimiento más débil y una inflación más fuerte. Las gestoras de inversión europeas comparten el temor a que la Fed responda a un eventual repunte de la inflación con una política monetaria más restrictiva, pero confían en un mayor crecimiento en Estados Unidos.
En este contexto, los inversores enfrentan el desafío de navegar en un entorno económico caracterizado por la volatilidad y la incertidumbre. La diversificación de carteras y una gestión prudente del riesgo se tornan esenciales para mitigar los posibles impactos negativos derivados de una escalada en las tensiones comerciales y un eventual repunte inflacionario.