SINERGIA: ARTE, MINERÍA Y TURISMO


Técnica en Turismo
En San Juan, las montañas ocupan las dos
terceras partes de su territorio. Si a ello le sumamos un clima por demás duro,
con lluvias escasas, estimadas en menos de 100mm anuales, con vientos intensos
y casi constantes, aire muy seco (el llamado viento zonda) y marcadas
amplitudes térmicas, con notables diferencias de temperatura entre la noche y
el día, como así también entre el verano y el invierno; estamos ante un
panorama con una geografía y clima por demás difícil. Ello es la base para el
desarrollo de una importante actividad minera, con una realidad y potencialidad
y una historia que se remonta hasta los primeros pobladores de estas tierras.
Antes de la llegada de los españoles, los indígenas ya habían trabajado durante
largo tiempo en la extracción del oro y la plata. Posteriormente la Compañía de
Jesús, una de las más prestigiosas órdenes religiosas católicas que
evangelizaron en el Río de la Plata, fue la que con su enorme conocimiento de
las “artes de la minería”, que involucraba a la Geología, Mineralogía e
Ingeniería de Minas, realizó la explotación en nuestro país, desde el Norte
hasta el Sur, en toda la faja correspondiente a la cordillera y sierras conocidas.
Luego del éxodo forzoso de los jesuitas del país, comienza alrededor de 1850 de
nuevo a resurgir con la llegada de inversiones extranjeras, particularmente
inglesas, a las que se sumaron poco a poco algunas inversiones locales.
Como vemos, nuestra riqueza geológica – minera, se entrelaza con una historia
rica en protagonistas, con el nacimiento de asentamientos poblacionales
vinculados a la explotación de su minería, constituyendo un recurso que puede
transformarse en un excelente producto turístico con valor agregado. Es así que
este año se pensó por parte del Gobierno de rendir un homenaje no solo a la
actividad minera, sino a sus hombres, a la historia de esta provincia tan unida
a la actividad en todas sus expresiones y mostrar a sus protagonistas a través
del tiempo, pero desde una forma distinta: a través del Arte y representado en
un inmenso mural con técnica de Mosaiquismo, para lo cual se convocó a un gran
maestro mexicano: Jorge Luis Piña Rosales nacido en Cuernavaca, Morelos, en el
año de 1972, hijo del maestro pintor Manuel Piña Vigueras (1930-1995) y de
Rufina Rosales Gonzáles , quien ha trabajado la mayor parte de su vida los
Mosaicos Bizantinos. Este mosaico con técnica de Bizantino Mexicano, realizado
con Venesitas, piedra en vidrio y un tiempo de ejecución de noventa días, se ha
convertido en un hito cultural excelente para ser explotado como recurso
turístico en la Provincia de San Juan, teniendo como principal destino el
sector del “Turismo Educativo”.
Tratando de captar el pensamiento del Maestro Jorge Luis Piña Rosales, podemos
decir sucintamente que la mujer en el centro, es dadora de vida reinando
generosa en las entrañas de la tierra, portando la bandera, símbolo
inconfundible de Nación, libre, justa y soberana. Su mano derecha generosa
asegura la continuidad de la vida en cada día en que el Rey Sol la custodia,
que la cobija a ella y a su descendencia. Este mural tiene definido el fondo
dándole ambiente a cada una de las escenas que están representadas, con colores
fuertes y vibrantes que permiten al observador pensar en un todo.
Mujer gloriosa sobre la imponente cordillera de los Andes, cuyos picos de
fusionan con un cielo diáfano y prometedor. Nos habla de grandes hombres como
San Martín, Belgrano, el maestro de América Sarmiento hijo dilecto de esta
tierra, elevados por el Cóndor en su majestuoso vuelo. El resto de las imágenes
muestran una Comunión de la inteligencia, de lo propicio, lo oportuno, lo
favorable, donde los hombres hábiles expertos en oficios y artes desarrollan su
inteligencia con prudencia, paciencia, destreza y justicia. A través de este
mural, el visitante podrá observar y aprender sobre nuestra economía, actividades
productivas, nuestros próceres, la historia rica y fecunda no solo de San Juan,
sino también de Argentina, sobre grandes figuras de la medicina, de los
principales recursos minerales, de técnicas de arte, de procesos industriales y
artesanales, etc.; o sea que podemos decir que este mural es una gran libro
abierto a los “saberes de la vida”.
La obra encomendada al Maestro Jorge Luis Piña Rosales nos reafirma el legado
cultural heredado. Enriquecer nuestro producto turístico cultural y dar a nuestra
sociedad una obra de gran calidad, expuesta en un sitio turístico y cultural inmejorable:
el frente de nuestro gran Centro de Convenciones “Int. Guillermo Barrena
Guzmán”, nos permite decir sin dudas que existe, a través de esta excepcional
obra de arte, una verdadera sinergia entre arte, minería y turismo.