
Algunas situaciones dolorosas que provoca esta pandemia, pueden hacer que las actividades cotidianas se vean alteradas y sea difícil para cada uno de nosotros continuar con el día a día. Las personas que tienen problemas emocionales pueden ver afectado su trabajo.
Es normal que cuando alguien atraviese una crisis de algún tipo no pueda lidiar como lo hace cada día con sus actividades regulares. Si bien la mayoría de las empresas otorga un tiempo prudencial por incapacidad o por problemas personales, la realidad es que cada persona se recupera a su tiempo. Es posible que incorporarse de a poco haga que la recuperación sea más sencilla y efectiva.
Los especialistas recomiendan enfrentar los sentimientos, expresarlos a través de conversaciones con personas cercanas. Asimismo, no juzgar las propias emociones y aprender a lidiar con el duelo es importante. En las actividades cotidianas, los especialistas recomiendan las siguientes técnicas para que las emociones no afecten el trabajo:
1. Focalizar en los objetivos: Hacer una lista de las acciones que se deben realizar durante el día. Esto permite mejorar la concentración y continuar con la productividad habitual.
2. Transformar los pensamientos negativos en positivos: Es normal tener pensamientos negativos sobre el problema que se atraviesa a lo largo del día. Se recomienda buscar una imagen positiva del hecho.
3. Reconocer los aciertos propios a lo largo del día: Quienes atraviesan por un periodo de depresión suelen ver todo de negativo por lo cual se debe hacer un esfuerzo para reconocer los logros que se tienen diariamente, aunque sean pequeños y parezcan insignificantes.
4. Tomar pequeños períodos de descanso: Algunos minutos de pausa durante las actividades laborales ayudan a despejar la mente y rendir más.
Está muy claro que las limitaciones que ha impuesto esta pandemia, son distintas para cada persona y a su vez cada uno la asimila de diversa forma y magnitud, como también es obvio que no es la primera …. ni será la última, por lo cual resulta oportuno recordar ese emotivo poema escrito en el 1800 ( hace 220 años en ocasión de la peste ) que nos inspira a seguir, cuyas últimas estrofas expresan:
“Y todo será un milagro y todo será un legado y se respetará la vida, la vida que hemos ganado.Cuando la tormenta pase te pido Dios, apenado,que nos vuelvas mejores, como nos habías soñado”.