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UN NUEVO TRATADO DE LIBRE COMERCIO

El acuerdo al que llegaron EEUU, México y Canadá, reemplaza al antiguo Nafta por un nuevo pacto que garantiza mercados más libres y crecimiento económico.

Después de prolongadas y dificultosas negociaciones, Estados Unidos, México y Canadá lograron reflotar el antiguo Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Tlcan o Nafta), aunque con una serie de modificaciones que mejoran su desempeño. Incluso su nombre ha cambiado, ya que ha pasado a llamarse «Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá» (Aeumc en español o Usmca por sus iniciales en inglés). Con este nuevo tratado se ha alcanzado un nuevo y modernizado acuerdo comercial para el Siglo XXI, que posibilitará mercados más libres, un comercio más seguro y un crecimiento económico más vigoroso para la región, algo que el Tlcan, en la opinión del Presidente norteamericano Donald Trump, había perdido después de 25 años en vigencia.
Es loable que este pacto trilateral se haya alcanzado después de un proceso de arduas negociaciones en las que Estados Unidos y Canadá tuvieron que allanar grandes diferencias a último momento, mientras que México se mantenía expectante de lo que resolvieran las dos mayores potencias del bloque.
A diferencia de los tratados Transpacífico (del que este año se retiró Estados Unidos) y del Mercosur (que involucra a nuestro país), el Aeumc se perfila como uno de los acuerdos con mayores posibilidades de crecimiento para este año y venideros  tanto por su capacidad de producción como por el amplio mercado que abarca, estimado en cerca de 500 millones de personas. Este bloque económico también se distingue porque mueve más de un billón de dólares anuales en intercambio entre los tres países que lo integran.
Los nuevos términos propuestos fueron los que dilataron el acuerdo y generaron disputas entre los mandatarios de los países intervinientes. En el marco de unas relaciones muy deterioradas, Estados Unidos alcanzó un acuerdo anticipado o preliminar, en agosto pasado, con México lo que le permitió amenazar a Canadá con dejarlo afuera del pacto si no aceptaba algunas concesiones en temas fundamentales como el de la comercialización de lácteos, la fabricación de autos y producción de fármacos, entre otros. Finalmente hubo un acto de sensatez entre EEUU y Canadá que hizo posible restablecer las relaciones trilaterales junto a México, alejando la posibilidad de ruptura de relaciones, algo que inquietaba a todos los mercados. Es destacable que este nuevo acuerdo haya puesto énfasis en la necesidad de mejorar las condiciones de los trabajadores, granjeros y de los negocios en general, como una forma de que el nuevo tratado sirva para fortalecer la clase media de la región.

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