Argentina

Una historia sin fin

Las dificultades de nuestro país para lograr un crecimiento sostenido a través del tiempo parecen agravarse. De hecho, la economía argentina hace 8 años que crece por debajo de la media global. Es que la clase política y los distintos agentes económicos no han sido capaces de fomentar los procesos de ahorro y de acumulación de capital.

Constantemente vivimos cambiando las reglas de juego. La falta de incentivos para hacer de nuestro país un lugar atractivo para generar riqueza fomentó los desequilibrios macroeconómicos que hasta el día de hoy seguimos padeciendo.


Para peor aún, más que buscar una solución sólo empeoramos el problema. El sector privado cada vez está más ahogado por la presión impositiva del estado y el ahorrista de a pie y con menos herramientas para proteger su poder adquisitivo. Con esta lógica que viene implementando la clase dirigente desde hace más de 50 años, 4 de cada 10 argentinos son pobres. Aun así, seguimos haciendo lo mismo.


Una de las mejores maneras de ver cómo nuestro país ha ido perdiendo la capacidad de generar riqueza, es ver la evolución del Producto Bruto Interno (PBI). Este indicador es el valor total de la producción de bienes y servicios dentro del territorio nacional. El INDEC informó los números del PBI del tercer trimestre de 2019. El dato que consuela es el que muestra el PBI desestacionalizado, aquel que elimina los componentes estacionales de la serie de tiempo. Arrojó una variación positiva del 0,9% con respecto al segundo trimestre del año. Sin embargo, mostró una caída del 1,7% con respecto al mismo período del año anterior.

Asimismo, el acumulado en el año 2019 muestra una caída del 2,5% con respecto al acumulado del año 2018. Estos números confirman que la economía no ha tocado piso y la recesión se ha profundizado en 2019. Será difícil ver una recuperación en el corto plazo.

Argentina una historia sin fin

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