Argentina

CUADERNOGATE Y SUS EFECTOS ECONÓMICOS

Apenas empezamos a desandar el camino de los “retornos”, de la política con un proceso judicial que está sacando a la luz los métodos de recaudación reales,destinados a la financiación de los partidos políticos y ya estamos teniendo los primeros efectos violentos en la economía de la Argentina. En primer lugar,ha habido una gran caída de los valores de las acciones argentinas,especialmente, las de las empresas que cotizan en la bolsa de Nueva York.También una interesante devaluación, consecuencia de una fuerte demanda de dólares, de esas mismas personas que se desprenden rápidamente de las acciones y también de los títulos de deuda soberana argentina, los cuales también han sufrido fuertes bajas, para compensar el rendimiento necesario, llegando apagar un interés real cercano al 10% anual en dólares, tasa imposible de sosteneren el tiempo. Todos estos hechos son inmediatos disparadores de la inflación,la cual no debería superar el 32% anual para el 2018, sino podría sufrir unademora importante el siguiente desembolso del préstamo ya acordado con elF.M.I., siendo también otro componente negativo de la situación económica, queprofundizaría la crisis recesiva en la que hemos entrado en el mes de junio.

Ahora bien, los efectos económicos nocivos generados en la Argentina como consecuencia el mega caso judicial que ha puesto a casi todo el gobierno anterior en el banquillo de los acusados y a la mayoría de los grandes empresarios nacionales haciéndoles compañía, que a simple vista sería algo bueno, necesario, importante para lograr la transparencia de las cuentas públicas, no solo hacia atrás sino también hacia el futuro… ¿Era algo previsible?. Hoy se compara la investigación judicial de éste caso, con dos casos históricos emblemáticos de la política mundial:

La “mani pulite” ( Italia ) o en español “manos limpias”, proceso judicial de enormes consecuencias políticas (cientos de funcionarios y legisladores fueron arrestados) y económicas llevado a cabo en Italia en los años 1992 y 1993. Cuando hago referencia a “consecuencias económicas”, es porque con la debilidad que mostró todo el sistema político de Italia en medio de la investigación, también toda Europa estaba dando los primeros pasos hacia la configuración continental de una moneda única y sufrió constantes ataques especulativos durante esos años. Ataques que tuvieron diferentes efectos en los demás países del viejo continente, pero que en Italia causaron, entre otras cosas una profunda crisis económica que solo era comparable en aquellos tiempos a la que habían padecido durante el año 1980. (En medio de otra crisis política).

El “lava jato” ( Brasil ) en portugués o “lavado a presión”, el más cercano en el tiempo, distancia y en nuestra memoria, proceso judicial de similares características al mani pulite y con puntos de conexión con el escándalo argentino, conexiones no solo del tipo de forma sino también de actores. Resultó también en una situación de daño a la economía del vecino Brasil. Pues igual que lo que está pasando en estos tiempos en la Argentina, allá los capitales iniciaron o continuaron con una fuerte salida y además en el año 2016 cuando estalló el proceso judicial en Brasil, el contexto de las tasas de interés no era el mismo de ahora, ni siquiera era seguro que Donald Trump ganara las elecciones, situación que hoy complica aún más las cosas para nuestro país. Pues viendo lo anterior, nos encontramos que si era previsible una situación de empeoramiento de las condiciones económicas en la Argentina, como efecto secundario del proceso judicial. Teniendo en cuenta que hubo otros coletazos judiciales a nivel internacional en el “lava Jato”, como han sido los millonarios juicios iniciados por los tenedores estadounidenses, de acciones de las empresas brasileras que cotizan en la Bolsa de Nueva York, pues todo el entramado de sobornos y retornos, que se descubrió en el proceso investigativo, nunca se vio reflejado en los balances de las empresas cotizantes, por lo que ante la caída en los valores de las mismas ellos entendieron que fueron víctimas de una estafa. Y decidieron llevar adelante acciones judiciales por daños y perjuicios contra las propias empresas de las cuales ellos eran tenedores de acciones. Ya ha habido sentencias favorables en tribunales norteamericanos para los demandantes. O sea que no solo tenemos el problema de la fuga acelerada de tenedores de acciones y títulos de deuda soberana, sino que además es muy probable que las empresas que participaron en todo este entramado de financiación paralela de la política tengan que pagar muy altos costos fuera del país a causa de sus apoyos partidarios no registrados.

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