Lo que viene

El 5G nos cambiará la vida

El 5G está en boca de todos. Esta nueva tecnología móvil aumentará la velocidad de conexión, reducirá al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta de la web) y multiplicará exponencialmente el número de dispositivos conectados.

En otras palabras: estaremos conectados a todo, todo el día y en el menor tiempo posible. Gracias al advenimiento del ‘internet de las cosas’, parte del mobiliario urbano de las grandes ciudades quedará permanentemente conectado entre sí.

Al igual que ha ocurrido con otras muchas mejoras tecnológicas, el 5G ya está aquí y lo hará para quedarse, más allá de las guerras tecnológicas entre China y EEUU.

La implantación de la red móvil de quinta generación cambiará la manera de comunicarnos, multiplicará la capacidad de las autopistas de la información y posibilitará que objetos cotidianos, desde la nevera hasta los automóviles, puedan conectarse (con nosotros y entre sí) en tiempo real.

Su despliegue supone una auténtica revolución tecnológica que permitirá realizar intervenciones quirúrgicas tele asistidas, desplegar nuevas flotas de vehículos autónomos y coordinar los trabajos agrícolas través de sensores instalados en distintos puntos de un campo de cultivo.

La denominación de 5G se refiere a la quinta generación de redes móviles que conocemos. Atrás quedó la antigua red de 1G, la de aquellos primeros teléfonos móviles que solo permitían hablar. La 2G introdujo los SMS y poco a poco nuestro ‘smartphone’ se convirtió en una herramienta de comunicación cada vez más amplia. Se incorporó la conexión a Internet (3G) y después llegó la banda ancha (4G), lo que trajo consigo la reproducción de vídeos en tiempo real (streaming) o la realidad aumentada, algo a lo que ya estamos muy acostumbrados, pero que hace unos años eran completamente inviables.

El avance más significativo vendrá de la mano de la velocidad: permitirá navegar hasta a 10 GBps (gigabytes por segundo), 10 veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica del mercado. A ese ritmo se podrá, por ejemplo, descargar una película completa en cuestión de segundos.

Además, la latencia (el tiempo de respuesta de la red) también experimentará un avance significativo. Según los operadores, esta podría reducirse a 5 milisegundos, un período casi imperceptible para los humanos, lo cual nos permitirá conectarnos prácticamente en tiempo real. Este dato es especialmente importante para minimizar el tiempo de respuesta de un vehículo autónomo para mejorar la seguridad tanto de los ocupantes como de cualquier viandante que le circunde.

Gracias a esta nueva tecnología podremos aumentar exponencialmente el número de dispositivos conectados: vehículos, robots industriales, mobiliario urbano (badenes, calzada, paradas de autobús) o cualquier dispositivo electrónico que tengamos en casa (desde la alarma, lavadora, nevera o el robot aspirador) podrán conectarse y compartir información en tiempo real.

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