La selección de Wason


Usted se presenta para un nuevo trabajo y le proponen el siguiente test: Sobre una mesa se muestran cuatro cartas. Afirmación: Si una de estas cartas tiene un número par en un lado, entonces el otro lado es azul. ¿Cuántas y que cartas hay que dar vuelta para comprobar esa afirmación?

La respuesta correcta es dos: La 8 y la verde. Cualquier otra respuesta no es válida. ¿Por qué? No se necesita dar vuelta la 5 porque no es par, entonces no puede desbancar la afirmación. No dice nada de que los números impares no sean azules. Tampoco dar vuelta la azul. Aquí es donde se equivocan la mayoría. No es necesario levantarla porque si resulta que el otro lado tiene un número impar no prueba la veracidad de la afirmación; no dice que las cartas azules no puedan ser a la vez pares e impares. En cambio si hay que dar vuelta la verde porque si el otro lado es par entonces la afirmación sería falsa. El número par siempre tiene que tener el otro lado azul, no verde, pero esto no quiere decir que el número impar no pueda ser también azul. El test de lógica anterior fue propuesto en 1960 por el psicólogo cognitivo Peter Wason para poner a prueba la capacidad de razonamiento del ser humano, y el resultado fue una gran sorpresa. Tan solo el 10% de los participantes resolvieron correctamente su acertijo, poniendo de manifiesto nuestra escasa aplicación de la lógica al resolver problemas realmente sencillos.
EL TEST SE ACIERTA CASI SIEMPRE CUANDO SE APLICA A UN CASO CONCRETO DE RELACIONES HUMANAS: Ahora suponga que le ponen también 4 cartas sobre la mesa: Un adulto, un menor, un jugo de naranja y una botella de cerveza. La pregunta es: Imagina que eres un policía que tiene que averiguar si hay menores de edad bebiendo en un local, ¿qué cartas levantarías?

La respuesta aquí es más obvia: El adolescente y la cerveza. El adolecente para ver si atrás hay una cerveza y la cerveza para encontrar si atrás está el menor. No hace falta el adulto, pues él puede beber lo que quiera, ni el jugo pues del otro lado puede existir tanto alguien con 41 o 16 años. Lo que ha sorprendido a los investigadores del comportamiento humano es que este es el mismo test de Wason pero con una presentación distinta y acá el 75 % acierta. La complejidad del original se debe al carácter abstracto de los números y colores. En cambio, cuando la prueba hace alusión a una situación cotidiana y social muchísimos más participantes tienden a atinar. En su libro, “Pensar rápido, pensar despacio”, el psicólogo y premio Nobel de economía Daniel Kahneman da una explicación que necesita una mayor extensión para desarrollarla, por la que ofrecemos la más breve pero bien fundamentada de la psicóloga evolucionista Leda Cosmides: El hecho de que nos cueste menos resolver la versión alcohólica de la tarea de selección de Wason se debe a que somos muy habilidosos detectando quién ha quebrantado una norma social. En su opinión, los humanos hemos evolucionado desarrollando un “módulo de detección de tramposos”, que hace que seamos mucho más rápidos y certeros cuando un problema tiene que ver con el orden social. Ello nos ayuda tanto en la posibilidad de elegir un futuro socio, cerrar un trato comercial o elegir a nuestra futura pareja.