Editorial

Hacer producir los talentos

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y uno solo al tercero, a cada uno según su capacidad y partió.

Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco.

Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: «Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado». Llegó luego el que había recibido un solo talento. «Señor -le dijo- sé que eres un hombre exigente por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!» Pero el señor le respondió: “Echad afuera a las tinieblas, a este servidor inútil: allí habrá llanto y rechinar de dientes” (Mt 25,14-30).

El «talento» no era una moneda sino el nombre que se daba a una determinada cantidad de ella: era una suma fabulosa, algo así como 20.000 denarios o 35 kilos de oro que alcanzaban para comprar un terreno grande. Gracias al evangelio, la palabra talento ha adquirido mejor prosapia que su origen y hoy más que nominar nuestra cuenta bancaria, indica la cantidad y peculiaridad de dones con los cuales Dios nos provee a todos.

Dones que hemos de agradecer y que sin duda se nos han dado para que disfrutemos de ellos pero resulta que estos dones no son solo para gastar sino también para invertir. Y es verdad que en la economía suelen ser las grandes riquezas las que más arriesgan mientras el que tiene poco tiende a conservarlo. No podemos tener baja autoestima ya que ese talento hay que usufructuar para crecer. Aunque algunos por envidia quieran anular esos talentos, no hay que permitirlo jamás.

Como decía Napoleón: “La envidia es una declaración de inferioridad. El amor mira a través de un telescopio, mientras que la envidia lo hace a través de un microscopio”. Está en cada uno de nosotros aplicar los talentos que poseemos para hacer crecer nuestra diezmada economía en pos del bienestar de Argentina.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba