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Proyecto “Octavo Continente”

El océano de la Tierra necesita ayuda ya que es el soporte vital del planeta, pero cosas como la sobrepesca, el cambio climático, la contaminación, la destrucción del hábitat y otras actividades humanas destructivas han puesto a nuestro océano en riesgo.

Pero no todo es sombrío. Mucha gente continúa realizando trabajos innovadores para la preservación del océano. La arquitecta eslovaca Lenka Petráková es una de esas personas que ganó el Gran Premio de Arquitectura e Innovación del Mar de la Fundación Jacques Rougerie.

El proyecto de Lenka es una instalación de investigación de limpieza de océanos única y visionaria en el Pacífico que bien podría ayudar al futuro de nuestra vida marina, es un concepto de megaestructura autosostenible diseñado para parecerse a un impresionante pulpo.

La estación retira plástico del mar y alberga instalaciones de investigación y educación, así como un centro de reciclaje de plástico oceánico. La diseñadora senior desarrolló la idea para su tesis de maestría en la Universidad de Artes Aplicadas en el estudio Hani Rashid hace unos años.

Había estudiado la contaminación de los océanos y se inspiró en la vida marina cuando se le ocurrió la idea de su proyecto. «Me di cuenta de lo destruidos que están los océanos y de cuántas especies están extintas, de cuánta contaminación hay allí y de que las partes que tal vez nunca han visto un ser humano sienten los efectos de nuestras actividades», dijo.

“Octavo Continente” es una estación flotante que funcionará como un organismo vivo totalmente autosostenible. La instalación propuesta no sólo mejorará físicamente el agua, sino que también pretende restablecer el equilibrio en el medio marino. El diseño único recoge los restos de plástico de la superficie y los descompone en material reciclable. «Esta plataforma de encuentro única debería acercar a la gente a este entorno lejano y luchar contra la ilusión de que no podemos dañar el océano con nuestras acciones en tierra», afirma Lenka Petráková.

El Octavo Continente consta de cinco partes principales: la barrera, el recolector, el centro de investigación y educación, los invernaderos y la Vivienda con instalaciones de apoyo. Cada una de estas partes desempeñará un papel crucial y se ha desarrollado teniendo en cuenta el objetivo principal de restaurar la salud del océano.

“La Barrera flota en la superficie del agua y mueve los residuos hacia el recolector. La tecnología de recogida en el centro del edificio está diseñada para optimizar el tratamiento de residuos”, explica la arquitecta. “El centro de investigación y educación está vinculado al colector y a los invernaderos para seguir los procesos del agua y estudiarlos”.

Además, los invernaderos han sido diseñados para maximizar la recogida de agua condensada y funcionar como grandes velas. Por último, las viviendas se utilizarán como espacios públicos e instalaciones de apoyo. Pasarán por el centro del edificio y conectarán todas las partes. La barrera también recogerá la energía de las mareas y ayudará a impulsar la turbina para recoger los residuos. Los invernaderos estarán cubiertos por paneles solares, lo que garantizará que haya suficiente energía para calentar los depósitos de agua.

Esto permitirá la evaporación del agua y su desalinización. Una vez extraídas las aguas residuales, el agua limpia se bombeará a un tanque de agua, para ser desalinizada o utilizada para el cultivo hidrofóbico de plantas halófilas. Aparte de su impresionante diseño, el “Octavo Continente” tiene un objetivo impresionante. La estación flotante dinámica puede proporcionar una curación muy necesaria para nuestros océanos, lo cual es esencial para hacer posible un futuro ambientalmente sostenible.

“El océano que da vida está sufriendo y debemos ayudar a restablecer su equilibrio para la supervivencia de nuestro planeta. No podemos lograrlo sólo mediante la tecnología, sino que necesitamos una plataforma interdisciplinaria para educar a las personas y cambiar su relación con el medio marino para las generaciones venideras”, concluyó Petráková. Esperamos que el Octavo Continente alcance sus objetivos e inspire muchas creaciones similares.

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