Ciencia y EconomiaEmpresariales

Inteligencia emocional en el trabajo

La inteligencia emocional (I.E.) es un potente indicador del nivel de satisfacción y éxito tanto en la vida como en el trabajo. Se puede definir como la habilidad de identificar, comprender y regular las emociones propias y las de los demás.

Es decir, es la capacidad para gestionar bien las emociones, tanto las propias como las de los demás. Desde que Daniel Goleman hizo famoso este concepto, el estudio de los sentimientos y las emociones ha tomado auge. 

Las tensiones de la vida que lleva la mayoría de las personas, la gran competencia en el terreno personal y laboral, el estrés y la exigencia de un constante perfeccionamiento profesional, entre otros factores, contribuyen a alterar el estado emocional de la mayoría de los individuos y su bienestar.

Por tanto, la I.E. está íntimamente relacionada con el equilibrio emocional. Este equilibrio no sólo afecta a la vida personal, sino que es importante para el trabajo y el desarrollo profesional. En otras palabras, la I.E. desempeña un papel fundamental en el ámbito empresarial.

Dentro de la organización, la I.E. es beneficiosa para la satisfacción en el trabajo, para el mejor liderazgo de los superiores, para reducir el estrés, para trabajar en equipo, etc. 

Por suerte, es posible aprender las habilidades emocionales que brindan beneficios en el plano personal y laboral y que, además, permiten obtener mejores resultados organizacionales.

La inteligencia emocional en el trabajo individual y colectiva afecta a la organización de manera positiva y negativa. Las organizaciones en las que sus trabajadores presentan un nivel elevado de I.E., brindan un mayor compromiso por parte de los empleados.

En cambio, las empresas en las que sus trabajadores presentan un nivel bajo de I.E. tienen un mayor cambio de personal, mayores niveles de síndrome del quemado (burnout), baja productividad y menos ventas.

Pero, además, el comportamiento negativo de los compañeros de trabajo y los superiores (por ejemplo, peleas, mal humor, etc.) también aumenta cuando existe un nivel bajo de I.E. en la organización, lo que provoca un ambiente de trabajo que favorece el estrés y el burnout.

Evaluar la I.E. de los trabajadores puede ser beneficioso para una empresa por muchos motivos. A continuación, hay otras ventajas:

1. Mayor productividad: Los sujetos con mayor nivel de I.E. rinden más en sus labores que aquellos con un nivel más bajo.

2. Más ventas: Los comerciales con un nivel de I.E. elevado consiguen vender hasta un 50% más que aquellos con un nivel bajo de IE.

3. Estabilidad de los empleados: Mediante la implementación de la evaluación de IE, que incluye temas como el manejo del estrés, autoconciencia o las habilidades sociales, se puede reducir la rotación hasta un 67%.

4. Satisfacción de los trabajadores: Un banco fue forzado a reducir su personal en un 30% debido a la crisis económica reciente. El nivel de inteligencia emocional de los que quedaron en la empresa fue evaluado, el banco tuvo mejores resultados con menos personal y los trabajadores afirmaron ser más felices en sus nuevos puestos.

5. Mejora en el manejo de situaciones difíciles: Los trabajadores con puntuaciones altas en IE manejan mejor las situaciones difíciles y sufren menos accidentes de trabajo.

6. Mejor servicio de atención al cliente: La evaluación de la inteligencia emocional para seleccionar a los candidatos con el mejor perfil permite aumentar las ventas.

7. Mejora la comunicación organizacional: La IE mejora la comunicación con los empleados, lo cual repercute positivamente en los resultados obtenidos por la empresa.

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