Historias Economicas

La Gran Depresión

La historia tiene una desagradable tendencia a repetirse.

La Gran Depresión de 1929 fue hace casi un siglo, pero aún podemos aprender lecciones valiosas sobre la propiedad, los hábitos financieros y la sociedad.

Si bien no se vislumbra en el horizonte una crisis económica de la misma magnitud, no se puede negar que el estado de la economía actual está lejos de ser estable.

Aquí hay algunas lecciones de la Gran Depresión que puedes implementar:

  1. Aprende a moverte: La Gran Depresión de 1929 no solo provocó el colapso económico sino que una sequía, destruyó la agricultura en el Medio Oeste. Casas enteras quedaron cubiertas de dunas, lo que obligó a los residentes a abandonar el área. Esta serie de tormentas de polvo comenzó en 1930 y duró aproximadamente una década conocida como el Tazón de Polvo. Provocó uno de los mayores cambios de población en la historia de EEUU.. Hoy en día, la situación es mucho menos compleja, ya que el trabajo a distancia está mucho más extendido. Sin embargo, mudarse, podría tener un gran impacto en tu estado financiero.
  2. Aprende un oficio extra: Otro consejo en el frente de la movilidad es aprender más de un oficio. La seguridad laboral es lo primero que sale volando por la ventana cuando la economía es turbulenta. Con el mercado laboral en constante evolución, lo que es relevante hoy puede no serlo mañana. Aprender una operación adicional puede abrirte un nuevo canal de ingresos, lo que siempre es bienvenido.
  3. Cena en casa: La vida de hoy es mucho menos estresante de lo que era en los años 30´. Los servicios de entrega de alimentos, las empresas de mensajería y los restaurantes se están expandiendo enormemente para responder a la creciente necesidad de subcontratar la cocina; simplemente, hoy en día no tenemos el tiempo ni la energía para eso. No hace falta que te digamos que cenar en casa es el hábito más rentable. Una solución es el proceso de cocinar a granel (generalmente durante el fin de semana) y almacenar o congelar para la semana. Ir un paso más allá sería establecer una huerta, aprender los conceptos básicos del enlatado y usar los desechos, ya sea en sus recetas o como abono para tu huerta.
  4. Haz tu propio camino en la vida: El siguiente consejo será beneficioso tanto para tu billetera como para el medio ambiente: aprende a arreglarlo todo. En lugar de tirar las cosas que están rotas, invierte el tiempo en aprender a repararlas o simplemente llévalas a alguien que pueda repararlas. Cose el agujero cuando tu suéter esté rasgado, tapiza los muebles y suela tus zapatos. Realiza trabajos periódicos de mantenimiento en tu hogar. Mantén el automóvil bien reparado.
  5. Invierte en las relaciones con los vecinos: La fortaleza de su comunidad y tu estatus social en ella también pueden tener un impacto en sus finanzas. Cuando golpeó la Gran Depresión, las comunidades que se mantuvieron unidas y cultivaron juntas, pudieron alimentar a todas las bocas hambrientas. Trabaja duro para fortalecer los lazos con tus vecinos. Piensa en ello como una inversión para los días difíciles.
  6. Invierte en un buen seguro de vida: La Gran Depresión se llevó muchas vidas y aquellos que no tenían un buen seguro de vida dejaron a sus familias sin nada. Eso no quiere decir que la turbulencia económica que estamos experimentando hoy tendrá el mismo costo, pero ten en cuenta que las tasas de delincuencia aumentan en tiempos de inestabilidad. Toma las medidas necesarias para que tu hogar sea lo más seguro posible y comunícate con tu familia con frecuencia para verificar su bienestar.

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