Editorial

La vida es un viaje

Hace poco tiempo, un hombre observó un niño que estaba solo en la sala de espera del aeropuerto aguardando su vuelo. Cuando el embarque comenzó, el niño fue colocado al frente de la fila, para entrar y encontrar su asiento antes que los adultos. Al entrar al avión, el mismo hombre vio que el niño estaba sentado precisamente al lado de su asiento. Fue muy cortés cuando conversó con él y luego, el niño comenzó a pintar un libro. El niño no demostraba ansiedad ni preocupación con el vuelo mientras las preparaciones para el despegue estaban siendo hechas. Durante el vuelo, el avión entró en una tempestad muy fuerte como suele ocurrir en las alturas de San Juan, lo que hizo balancearse como una pluma al viento. La turbulencia y las sacudidas bruscas asustaron a algunos pasajeros pero sin embargo el niño parecía encarar todo con la mayor naturalidad. El hombre estaba preocupado con todo aquello y asombrado preguntó al niño:

-No tienes miedo?

-No señor, no tengo miedo, le respondió levantando los ojos rápidamente de su libro de pintar. ¡Mi padre es el piloto!

¡Cómo no iba a estar confiado el niño si el piloto era su padre !!!!!……y es así que existen muchas situaciones en nuestra economía que recuerdan a un avión pasando por  una fuerte tempestad y por más que intentemos, no conseguimos sentirnos seguros como en tierra firme, dado que tenemos la sensación de que estamos colgados del aire sin nada para sostenernos, sin nada para asegurarnos o en que apoyarnos y que nos sirva de auxilio. Lamentablemente cada uno de nosotros ha pasado y seguramente tendrá que pasar por situaciones desesperantes, violentas, impensadas y tristes que nos hacen sufrir hasta llegar al límite de nuestras fuerzas y esperanzas… es en esas horas de angustia, de crisis, conflictos y tantas otras vicisitudes de nuestra economía que debemos recordar, con serenidad y confianza, que nuestro PADRE es el piloto, que es quien nos asiste en los momentos de crisis, es quien nos brinda las fuerzas necesarias para salir del abismo profundo en que hemos caído, es quien nos presenta un porvenir con más claridad, nos plantea un futuro venturoso por el cual luchar y es quien, en los momentos de alegría, también se alegra con nosotros, compartiendo esa felicidad. Quienes hacemos Pulso Económico  también queremos compartir con Usted la felicidad que nos invade al presentarle este suplemento de economía coleccionable, haciendo votos para que sigamos juntos en este viaje y para que sea más placentera nuestra vida.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba